Un vestido negro de fiesta es sobrio y sofisticado, es un tono que queda bien a cualquier mujer y si aumentamos que el modelo es elegante vas a sentirte muy femenina y segura de tí misma. Esta temporada predominan los brillos, bordados en pedrerías, encajes transparencias o paillettes.
Los modelos son de líneas entalladas y que resaltan el cuerpo femenino, escotes profundos, espaldas descubiertas y aberturas en la falda que muestran las piernas. Encontramos tejidos ligeros, delicados y sutiles como el tul, la bambula de seda, la gasa o el crepe y sorprendentes mezclas de texturas.
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